Recuerdo la primera vez que entramos al Patio de Honor del CINPIP 09 de Julio de 1983 siendo cadetes de 1er. anho, esta Profesion nos transmitía la seguridad que da la fe y la esperanza de sobrevivir siempre a los riesgos inherentes de la profesión. Y estoy seguro que la fe se mantiene viva en todos, aún cuando años después comprobaríamos con dolor que para algunos compañeros el regreso fue sólo espiritual.
Fuimos 250 mas 10 extraordinarios tiempo despues los que ingresamos ese 9 de Julio de 1983. Veníamos de todas partes, muy pocos conocían a otros. ¿Se acuerdan que nuestra primera hermandad fue durante la ceremonia de Bautizo, comiendo fideos de la cabeza rapada de otro "perro", del Cadete Boliviano que nos "masacraba", dormir bajo el colchon,? Todo lo que empezamos a vivir (o padecer...) fue imprimiendo su huella imborrable en nuestros caracteres, en nuestro pensamiento, en nuestra conducta, del mismo modo en que ahora lo hacemos sin darnos cuenta con nuestros hijos.
(seguira....)
Un Detective de la Promocion Justicieros
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